Veamos a través de una historia y la palabra de Dios, que significa que “CRISTO JESÚS” haya Muerto en la cruz por Nosotros. Lee con atención la siguiente historia.
Es la tarde de un viernes típico y estas manejando hacia tu casa. Sintonizas la radio. El noticiero cuenta una historia de poca importancia: En un pueblo lejano han muerto 3 personas de alguna gripe que nunca antes se había visto.
No lo piensas mucho... Sin embargo, el lunes cuando despiertas, escuchas que ya no son 3, sino 30,000 personas las que han muerto en un sitio remoto. Gente del control de enfermedades ha ido a investigar.
El martes ya es la noticia más importante en la primera plana del periódico, porque no sólo es el sitio remoto, sino varios países a la vez y pronto la noticia sale en todos los noticieros. Le están llamando "La Influenza Misteriosa" y todos se preguntan ¿Cómo vamos a controlarla? Entonces una noticia sorprende a todos. Los países cierran sus fronteras, no habrá vuelos, ni de ningún otro país en el cual se haya visto la enfermedad.
Por lo del cierre de fronteras estás viendo las noticias cuando escuchas la traducción de una mujer, que dice que hay un hombre en el hospital muriendo de la "Influenza Misteriosa".
Hay pánico en el país. La información dice que cuando tienes el virus, es por una semana y ni cuenta te das. Luego tienes 4 días de síntomas horribles y mueres.
El país cierra también sus fronteras, pero es tarde ya, pasa un día más y el presidente cierra las fronteras para evitar el contagio en el país, hasta que encuentren la cura...
Al día siguiente la gente se reúne en las iglesias a orar por una cura y entra alguien diciendo: "prendan la radio"... y se oye la noticia: 2 mujeres han muerto. En horas, la cosa invade a todo el mundo.
Los científicos siguen trabajando para encontrar el antídoto, pero nada funciona. Y, de repente, viene la noticia esperada: Se ha descifrado el código de ADN del Virus. Se puede hacer el antídoto. Va a requerirse la sangre de alguien que no haya sido infectado y de hecho en todo el país se corre la voz de que todos vayan al hospital central para que se les practique un examen de sangre.
Vas de voluntario con tu familia, junto a unos vecinos, preguntándote ¿qué pasara ahora? ¿Será esto el fin del mundo?...
De repente el doctor sale gritando un nombre que ha leído en su cuaderno. El más pequeño de tus hijos está a tu lado, te agarra la chaqueta y dice: Papi, ese es mi nombre. Antes de que puedas reaccionar sé están llevando a tu hijo y gritas: ¡Esperen! Y ellos contestan: todo está bien, su sangre esta limpia, su sangre es pura. Creemos que tiene el tipo de sangre correcta...
Después de 5 largos minutos salen los médicos llorando y riendo. Es la primera vez que has visto a alguien reír en una semana. El doctor de mayor edad se te acerca y dice: ¡gracias, señor! La sangre de su hijo es perfecta, está limpia y pura, podemos hacer el antídoto contra esta enfermedad...
La noticia corre por todas partes, la gente esta orando y riendo de felicidad. En eso el doctor se acerca a ti y a tu esposa y dice: ¿Podemos hablar un momento? Es que no sabíamos que el donante seria un niño y necesitamos que firmen este formato para darnos el permiso de usar su sangre.
Cuando estás leyendo el documento te das cuenta de que no ponen la cantidad que necesitaran y preguntas: ¿Cuánta sangre?...
La sonrisa del doctor desaparece y contesta: no pensábamos que era un niño. No estábamos preparados¡ La necesitamos toda!!!.
No lo puedes creer y tratas de contestar: "Pero, pero..."... El doctor te sigue insistiendo: usted no entiende, estamos hablando de la cura para todo el mundo.
Por favor firme, la necesitamos... toda. Usted pregunta: pero ¿no pueden darle una transfusión? Y viene la respuesta: Si tuviéramos sangre limpia podríamos... ¿Firmara?... ¿Por favor?... ¡Firme!...
En silencio y sin poder sentir los mismos dedos que tienen la pluma en la mano lo firmas. Te preguntan: ¿Quiere ver a su Hijo? Caminas hacia esa sala de emergencia donde tu hijo está sentado en la cama diciendo: ¡papi!, ¡mami! ¿Que pasa?...
Tomas su mano y le dices: Hijo, tu mami y yo te amamos y nunca dejaríamos que te pasara algo que no fuera necesario, ¿comprendes eso?
Y cuando el doctor regresa y te dice: lo siento necesitamos empezar, gente en todo el mundo está muriendo...
¿Te puedes ir? ¿Puedes darle la espalda a tu hijo y dejarlo allí?...mientras él te dice: ¡Papi, mami! ¿Por qué me están abandonando? Y a la siguiente semana cuando hacen una ceremonia para honrar a tu hijo, algunas personas se quedan dormidas en casa, otras no vienen porque prefieren ir de paseo o ver un partido de fútbol; otras vienen a la ceremonia con una sonrisa falsa fingiendo que les importa.
Entonces quisieras pararte y gritar: "¡MI HIJO MURIO POR USTEDES! ¿No les importa?"
Mateo 27:46 “Cerca de la hora novena, Jesús clamo a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lamá sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”
“DIOS sacrifico su hijo en la cruz por salvarnos, sin embargo, nuestra indiferencia es tal que nuestro padre celestial quisiera gritar "¡MI HIJO MURIO POR USTEDES! ¿No les importa?" “¿Que no saben cuánto los amo?"...
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