El verdadero amor nunca se avergüenza de la otra persona. El verdadero amor, al contrario, esta orgulloso del joven o la señorita con la cual esta relacionado. No es necesario que tu novia sea toda una artista de cine que puedas presentar con arrogancia y lujo de apariencia ante tus amigos o conocidos, o algún gran personaje. Lo importante no es la apariencia, sino el sentimiento de tu alma hacia ella. Cuando una persona realmente ama, siente deseos de presentar a su novio o cónyuge a sus amigos, desea que todo el mundo la conozca y puedan decir con sinceridad: ¡Ah!, ¡qué lindo! Este joven de veras ama a su novia”. Hay hombres que yo encuentro al viajar que francamente están avergonzados de sus esposas. Me he encontrado con hombres que demoran día tras día en presentarme a su esposa, y es que se sienten avergonzados por la apariencia de ella, o por la falta de cultura o por alguna otra causa, en su novia o esposa. Amable lector, y si estas de novio o con deseos de casarte, esta es una buena prueba de la genuinidad de tu amor. “¿Estas orgulloso de esta joven?" Es una pregunta importante porque revela la profundidad de tu ser.
Sé honesto contigo mismo. Al hacerte la pregunta, háztelo con toda la sinceridad que puedas presentar ante tu propia alma. Debes preguntarte: "¿Me avergonzaría de presentarle esta señorita al Presidente de la Republica? ¿Me sentiría avergonzado de ella o me sentiría orgulloso de decirle: 'Señor Presidente, le presento a mi novia’?" Esta es una pregunta crucial. La tercera pregunta La tercera pregunta que debes hacerte para saber si estas de veras enamorado(a) es la siguiente: "¿La considero inferior a mi en algún sentido?" un día estábamos en la ciudad de Armenia, en Colombia; celebrábamos un retiro juvenil. Un joven de unos 22 años se me acercó y me dijo: "Señor Palau, quisiera conversar con usted. Salimos a caminar y después de un rato me dijo: "En la costa yo tengo una novia. Estuve enseñando en una escuela por allá y me encontré con esta señorita. Es bonita, me encanta, es cristiana verdadera, tiene a Cristo en su vida. Sin embargo, mis padres me dicen que ella es inferior a mí. Yo le dije: "A ver, muéstrame la foto. El sacó de su bolsillo una foto de esta señorita, me la mostró y, efectivamente, era una joven bonita y atractiva. Luego le dije: "Mira, quien se va a casar con esta señorita no son tus padres, sino tu. El consejo de tus padres tiene valor, pero la decisión final es tuya. Ya no eres un jovencito, eres un hombre.
Entonces le pregunte: "¿Tu la consideras inferior a ti?” Y me dijo: "Le voy a decir la verdad, mis padres dicen que ella es inferior a mi porque yo soy graduado de la escuela secundaria. Estoy preparado ya para ir a la universidad para seguir mi carrera; en cambio, esta señorita es de una familia humilde y apenas ha tenido educación primaria”. Entonces le dije: "Lo que a mi me interesa es, no lo que dicen tus padres en este instante, sino lo que piensas tu. ¿Consideras que ella es inferior a ti? ¿Consideras que esta novia será un motivo de vergüenza, un lastre sobre tu vida? Caminamos unos pasos en silencio y al fin este joven, sincero de alma, me dijo: "La verdad es que si, Yo considero que ella, por su falta de cultura y educación, en ese sentido es inferior a mi.Yo le dije : "Entonces, no sigas más con ella”.
¿Inferior? ¡Jamás!
Eso no es verdadero amor. Cuando un hombre ama a una señorita, la ama con un amor que lleva a un matrimonio feliz, un matrimonio que es la voluntad de Dios. Ese hombre nunca va a considerar a su novia inferior a el. y por eso le aconseje que la dejase. Tu debes hacerte la misma pregunta si quieres saber si de veras amas a esa señorita. Recapitulemos las tres preguntas:
1) ¿Es O no es un cristiano verdadero? En una palabra, ¿tiene a Cristo en el corazón?
2) ¿Estoy orgulloso de ella o me avergüenzo de presentársela a algún personaje
importante?
3) ¿La considero inferior a mi en algún sentido?
Estas son tres preguntas cruciales, y faltan diez todavía. Pero antes de terminar, en esta sección quiero citarte el versículo de la Biblia que dice: "Amaos los unos a los otros”. La Biblia dice: "Maridos, amad a vuestras mujeres". El amor no es una opción en el matrimonio, es la base, el ambiente, la atmósfera, es el aceite que mantiene al matrimonio funcionando con suavidad. Pero el amor no es algo imaginario; ya hemos dicho anteriormente que el amor no es el sexo. El sexo es un medio para expresar amor dentro del lazo matrimonial. Pero el amor se controla con ciertas leyes y mandamientos divinos. Y estas tres preguntas que te he hecho hoy son parte de ese equilibrio que viene al amor cuando una persona tiene que hacer la decisión final. Mi oración es que tu, joven, y que tu, señorita, que todavía tienes la delicia del matrimonio por delante, y con la posibilidad de un matrimonio feliz, te hagas estas preguntas y que puedas contestar con sinceridad ante Dios. El Señor Jesús afirmó: "El que quisiere hacer mi voluntad, conocerá". ¿Quieres honestamente hacer la voluntad de El? Entonces tienes su promesa: ¡tú conocerás!
Autor: Luis palau