LIBROS Y DINAMICAS CRISTIANAS: MITOS DE VIEJAS
La opinión de personas responsables y de confianza no debe despreciarse. Aunque no siempre sean correctas sus opiniones, sin embargo el intercambio de ideas es sumamente saludable. Hay una palabra que es muy común en los círculos cristianos. Es la palabra que utilizamos muy corrientemente "comunión". ¿Qué es comunión? En realidad, la comunión es intercambio de ideas, de pensamientos y de corazón. El joven, el varón soltero, debe hacer amistad con hombres casados, hombres de relativa juventud, pero casados felizmente y de reconocida moralidad. En Hebreos capítulo 13, versículo 17, San Pablo nos lo recomienda. Dice así: "Obedeced a vuestros pastores y sujetaos a ellos, porque ellos velan por vuestras almas como quienes han de dar cuenta, para que lo hagan con alegría, no quejándose, porque esto no os es provechoso". En una palabra, es imprescindible que el joven, al pensar en el asunto del noviazgo y el matrimonio, busque la comunicación, la comunión (para usar una palabra bíblica) con sus pastores espirituales y con hombres de cierta madurez y de cierta experiencia. El joven conoce muy bien en su congregación o círculo de amigos cuales son las parejas que se ven relativamente felices y adaptadas. Si, por otro lado, tu vives en una comunidad donde no ves tales parejas, entonces consigue algunos buenos libros, libros que puedan orientarte con una filosofía bíblica y cristiana. Busca libros que sean tus consejeros. (Al concluir este libro encontraras una lista de libros que yo te recomiendo). Los pastores, incluso tu padre y tu madre, deben ser tus consejeros. Tú tienes una gran dicha si has nacido en un hogar cristiano. Aunque tu hogar no sea perfecto (porque no existen hogares perfectos), dale gracias a Dios. Si tú ves que tu padre es un hombre al cual quisieras imitar, algún día llévalo a pasear, o cuando os encontréis solos en una caminata o en algún lugar, comienza a hablar con tu padre. Aunque a tu padre le de temor el expresarse frente a su hijo, porque así es muy a menudo, sin embargo habla con tu padre. Los mejores consejeros son, o debieran ser, tu padre y tu madre. "Escucha el consejo de tu padre, oye la voz de tu madre", dice Proverbios vez tras vez. A menudo, algún otro pariente cercano es el mejor consejero.
Olvida los mitos viejos
Hay algunos mitos modernos y viejos que es mejor olvidar. Por ejemplo, hay un mito al que le dicen: "Cupido". Había una canción, hace algunos años, que decía: "¡Ay, Cupido!, no me hagas eso. ¡Ay, Cupido!, que no me quiero enamorar". Joven, eso de Cupido es un mito de los griegos. No le hagas caso. Por otro lado, hay otro mito peligroso, y en este día moderno parece que esta reviviendo; es el "arte de lo oculto", como se le dice, en términos sofisticados, al espiritismo y al satanismo. Nadie puede "echarle encima una maldición" al cristianismo. Por ejemplo, una maldición para que "se enamore" de alguna muchacha que tu no quieres amar. No creas estas mentiras, todo esto proviene del padre de las mentiras, a quien la Biblia llama "Satanás" y "diablo". Este fue derrotado por la cruz de Cristo y ha sido vencido por la sangre de la cruz. Un día, gracias a la victoria de la cruz de Cristo, va a ser lanzado al lago de fuego de fuego y azufre para toda la eternidad (Apocalipsis 20:10). No creas que alguien puede "hacerte algún encanto" y que te vas a enamorar y luego se va a descubrir que ese enamoramiento fue falso y que por ser falso, por lo tanto, tienes derecho a separarte y divorciarte o vivir en forma inmoral. No existen tales cosas. Por eso es tan necesario conocer la verdad, la verdad como se revela en la Biblia. "Y conoceréis la verdad, y la verdad os libertará", dice el Señor Jesús (Juan 8:32). Por eso no puedo dejar de recomendarle a la juventud que me pregunta ¿Con quién me casaré?: que lea y relea y vuelva a leer la Santa Palabra de Dios la Biblia y que lo haga de rodillas muchas veces.
¡Cultiva el amor!
Por último, quiero decir que el amor hay que cultivarlo y hay que cuidarlo. El amor es una flor bonita, muy bella, pero es una flor que hay que cultivar. La Biblia nos dice que debemos cultivarlo, en 1 Corintios capítulo 13. Si tu quieres saber cuáles son las características del verdadero amor, lee el capítulo 13 varias veces. Léelo varios días seguidos. Los versículos 18 dicen así: "Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena o címbalo que retiñe. Y si tuviese profecía y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy. Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve. El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia; el amor no es jactancioso, no se envanece, no es indecoroso, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor, no se goza de la injusticia, más se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabaran, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabara" El amor se cultiva en todos estos aspectos que hemos tratado.
¿Qué es el amor?
Según San Juan en su primera epístola, dice: "Nosotros hemos conocido el amor, en que Dios nos amó primero y entregó a su hijo por nuestros pecados". Lo que es el amor ha sido revelado por el amor de Dios. El ser humano en realidad no comprendería jamás lo que es el verdadero amor si no fuera que Dios, su Creador, lo amó primeramente. Y el amor de Dios se reveló en el sacrificio del Hijo de Dios en la cruz del Calvario. Por eso el verdadero amor tiene una característica sobresaliente: el sacrificio. Fue el sacrificio de Cristo en la cruz el que reveló el amor de Dios. "Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros". Por eso, cuando un joven y una señorita quieren formar un hogar genuinamente cristiano, feliz y maravilloso, tienen que mirar y contemplar mucho el amor de Dios revelado en la cruz del Calvario. Ese amor de la cruz reveló el amor de Dios en toda su plenitud, y ese amor de Dios nos dice que "de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, más tenga vida eterna " (Juan 3:16). En una palabra, tú y yo estábamos en plena rebeldía contra el Creador. Habíamos alzado las armas en contra de nuestro Dios. Dios dice: "pues a pesar de su rebeldía yo les amo, me voy a hacer hombre, voy a morir por ellos y voy a dar mi sangre, mi propia vida. Voy a resucitar y les voy a ofrecer el perdón y la vida eterna". ¡Ese es el verdadero amor! Y en el matrimonio Cristo siempre debe ser el centro, el ejemplo, su cruz, el tema persistente, su resurrección, el poder que llena nuestro pecho, el poder de Dios. Joven, tú que te preguntas ¿Con quién me casaré?, conociendo así a Jesucristo vas a haber echado las bases para un futuro feliz, maravilloso, a pesar de las luchas de la vida diaria. ¿Has echado ya ese fundamento? ¿Ya has puesto tu fe y confianza en el Hijo de Dios? Si no lo has hecho aun, hazlo ahora mismo y luego escríbeme y avísame que le has abierto tu corazón a Cristo. Quiero ayudarte por carta y enviarte alguna literatura para que crezcas, te desarrolles espiritualmente y llegues a ser una persona madura y completa.
¿Con quien me casare? – Luis Palau
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