Aquí esta el secreto. Dios dice: "No es bueno que el hombre esté solo; le haré una ayuda idónea para el" .O sea, que el cristiano y la cristiana, cuando están pensando en casarse, están buscando, de parte de Dios, aquella persona que Dios ha escogido, una ayuda idónea, una persona perfectamente adaptada a sus necesidades; y, a su vez, una persona que necesita lo que yo tengo para ofrecerle. El cristiano no busca una novia, ni dice: ¿Con quien me casaré? Con motivos puramente egoístas. Sí, el necesita una esposa; por eso la Biblia dice: "No es bueno que el hombre esté solo”; pero a su vez, cuando estás pensando en una novia, tu debes preguntarte: "A ver, ¿cuál es la joven a la cual yo puedo amar con todo mi ser y ser de bendición para ella?"
Autor: Luis Palau
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