¿Con quien me casare? Es una de las preguntas más cruciales que confronta la juventud. La mayoría de los jóvenes quieren casarse y ser felices, como es natural, y Dios así lo quiere. Sin embargo, la decisión de buscar una novia y decidir: "Esta es", esa es la decisión difícil. Recuerdo un caso que ocurrió en Sudamérica, ¡Y no lo quiero recomendar! Te lo cuento, precisamente, para mostrarte cómo no se debe escoger una novia. Federico, cuya esposa había muerto de una enfermedad repentina, era un hombre joven, tenia alrededor de 30 años. Ya no era un jovencito, tenia dos hijos y deseaba casarse de nuevo, la cual es bueno y muy correcto. La Biblia enseña que los viudos tienen derecho a casarse cuando la muerte los separa, pero con una condición, dice: "con tal que sea en el Señor" (1 Corintios 7:39) .
¿Enamorado en un autobús? Federico me contó que estaba de viaje en un autobús cuando captó la mirada de una señorita que viajaba en el mismo vehículo. Al día siguiente me hizo la pregunta: "Luis, (¿no será esta la señorita que Dios ha escogido para que me case con ella? Es bella, perspicaz y llena de vida". Le respondí: "Federico, ¡usted jamás ha visto a esa señorita en su vida! Usted dice que es cristiano, ¿Cómo puede pensar que porque vio a esa señorita en el autobús y le atrajo su figura, y su mirada, ya piensa que ella esta en el plan de Dios para su vida? Espero que tu, lector, no escojas de esta manera a tu compañero(a) para la vida. Porque te atraiga una persona en algún transporte o lugar público, eso no es amor. Lo asombroso del matrimonio es que dos personas que nunca han estado juntas ni se hayan tratado, decidan hacerlo devotamente.
Ninguna persona se casa para ser miserable. Todos nos casamos para ser felices, y soñamos con que nuestro matrimonio sea feliz hasta que la muerte nos separe o Jesucristo regrese y nos lleve al cielo en las nubes (1 Tesalonicenses 4:1317) Lo lamentable, lo triste, lo horroroso, es que muchos se comportan casi como animales. ¡Hay tantos sueños frustrados! Y, sin embargo, ¡Qué privilegio es ser de Cristo en la juventud y comenzar la vida bien! Nadie va a buscar una muchacha pensando: "Voy a buscar a la muchacha que me haga el hombre más miserable del mundo". ¡Por supuesto que no! Uno busca a la muchacha que lo haga el ser más feliz del mundo.
Autor: Luis Palau