EL RESPETO DEL AMOR




EL RESPETO DEL AMOR


EL RESPETO DEL AMOR
Cuando una persona esta pensando en casarse, por cierto que esta casi  desesperada. ¡Tiene tanto afán de hacer las cosas bien! ¡Tiene afán de comenzar  con un fundamento sólido! ¿No es verdad? El joven no quiere edificar una casa  sobre la arena, quiere edificar un hogar sobre la roca. y yo te digo en este  momento que si tu tienes a Cristo en tu corazón puedes edificar un hogar  maravilloso. No tienes porque fracasar, no tienes porque caer, no tienes porque  arruinar tu vida; puedes formar un hogar maravilloso, precioso, feliz, un hogar  puro, en el que vale la pena vivir. ¡Es cierto que hoy en día hay tantos hogares  tristes! Hace poco tiempo estábamos en una Cruzada, y yo te aseguro que nunca  había sentido un pesar tan agobiante al ver tantos hombres jóvenes, señoras,  jovencitas que nos escribían cartas y notas y venían a pedir consejos. Tantos de  ellos ya conocían a Cristo, y, sin embargo, ¡Qué triste su vida familiar! Tengo una  carta en la que una señora joven escribió estas palabras increíbles, desastrosas:  "Señor Palau, yo me he divorciado este año, me case hace tan solo dos años:  ahora tengo 17 años de edad". ¡Imagínate, una señora de 17 años de edad y ya  tiene su vida arruinada! Ya ha fracasado. Ya ha encontrado el camino del  desastre. ¿Como puede rehacer su vida? ¿Como puede encontrar un camino  nuevo? Únicamente si se arrepiente y se convierte a Dios. En el caso de esta  joven, ya había recibido a Cristo en su corazón; pero se caso fuera del plan y de la  voluntad de Dios. 
Ternura y no maltratos  Nos hemos hecho ya tres preguntas. Tres de las trece que yo quiero obsequiarte.  Y en este capítulo seguiremos con una o dos preguntas más. Pero primero te  quiero leer un pasaje que debes subrayar en tu Biblia: Proverbios, capítulo 3,  versículos 5 al 8. Dicen estas palabras: "Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no  te apoyes en tu propia prudencia; reconócelo en todos tus caminos, y el  enderezara tus veredas". Si, joven; Si, señorita; yo lo hice, lo puedes hacer tu  también. "Reconócelo en todos tus caminos", y en este caso, el camino del  matrimonio, el camino del hogar, el camino de la decisión. "¿Es o no es esta la persona para mi?"
" La cuarta pregunta que yo te quiero hacer es la siguiente:  "¿Siento respeto por ella o me tomo ciertas libertades al maltratarla o abusar de  ella?" El verdadero amor ­la Biblia enseña ­tiene una mente pura. El verdadero  amor piensa puramente en la persona amada. Cuando un individuo cree estar  enamorado, pero tan solo tiene pensamientos egoístas e impuros hacia la persona  que supuestamente ama, es una señal clara de que no es verdadero amor y que  se trata meramente de una pasión físico­sexual. Cuando un individuo no siente  respeto por la novia y se toma ciertas libertades que la maltratan, ya sea con  palabras o con hechos, entonces esta persona esta demostrando que no hay en él  verdadero amor. El verdadero amor protege a la persona, es tierno con ella, es  paciente, como dice 1 Corintios capítulo 13.
¡Cuidado! ¡Alto!  Hay jóvenes que, aun cuando recién comienza el noviazgo, se maltratan, ya con  palabras, ya con actitudes y hasta con golpes. Cuando hay verdadero amor, esto  no existe. y tu, mi amable lector, tu que te preguntas: "¿si o no?" , " ¿es o no es?, "  ¿me caso o no me caso?", escúchame: si este joven se toma libertades contigo  ahora de novios, ¿Qué crees que va a hacer de casado? ¿Crees que va a  mejorar? Por el contrario, va a empeorar. Si este joven no te trata bien ni te  respeta, es una señal clara de que no es verdadero amor lo que hay entre  vosotros. Puede ser pasión, puede ser atractivo físico, pero amor no es. ¡Cuidado!  ¡Alto! Hablad seriamente sobre este asunto. 
Hay algunos hombres que creen que para disciplinar a su novia la tienen que  golpear, ya sea con la lengua o con las manos. No, joven. El verdadero amor atrae  a la persona, la moldea hasta cierto punto, pero con ternura y con amor, con la  persuasión que nace del verdadero afecto en Dios. Si te tomas libertades en  manosear o jugar sexualmente con esa novia que pretendes amar, mejor que te  frenes de una vez. Porque es posible que no sea el verdadero amor, sino  solamente una tentación sexual. 
La quinta pregunta que debes hacerte es la siguiente: "Al estar en oración,  ¿Siento tranquilidad al pensar en casarme con esta señorita, o con este joven?" El  cristiano verdadero no va a tomar una decisión tan grande como la del matrimonio  sin orar a Dios el Padre, ¿No es cierto? En la Biblia, Jesús dice: "Todo lo que  pidiereis en oración creyendo, lo recibiréis" (Mateo 21:2.:2) .Si tienes a Cristo en tu  corazón, Dios es tu Padre. Si Dios es tu Padre, Dios oye tus oraciones. Pero  cuando dice que las oye no quiere decir solamente decir que escucha, quiere decir  que Dios responde. y Dios es un Padre amante, tiene todo el interés del mundo en  que tu te cases para tu propia felicidad, para la felicidad de tu cónyuge y de los  hijos que van a venir, y hasta de los nietos también. 
Cada   matrimonio   afecta   no   solo   a   la   pareja   sino   a   toda   una   serie   de  descendientes, como tu bien lo sabes. 
 Cuando estas en oración, ¿sientes dudas en cuanto a tu futuro matrimonio? Es  una señal peligrosa. Es muy probable que no sea el verdadero amor. Las dudas  les vienes a todos. Incluso a veces, en el noviazgo, ese astuto y destructor  tentador, Satanás, el enemigo, viene a susurrar mensajes de duda al corazón del  joven o la señorita que están de novios. Es por esta causa que la pregunta es: "Al  orar, ¿siento tranquilidad al pensar en casarme, o tengo dudas intranquilizantes?"
Sí. La oración es una de las grandes claves para el joven cristiano. Colosenses  3:15 declara: "Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo  provienen de Dios. fuisteis llamados". Esa paz interna que gobierna el corazón, es  una indicación más en el sentido de que Dios esta dirigiendo tus pasos. Ya sea  confirmando que sigas adelante por el camino que llevas, cuando su paz embarga  tu corazón. O, por otro lado, indicando que te detengas y reconsideres tu decisión,  cuando Dios retira su paz. Aquí te doy unos versículos del Salmo 37:3­5. Márcalos  en Biblia, memorízalos y practícalos. Dice así: "Confía en Jehová y haz el bien, y  habitarás en la tierra y te apacentarás de la verdad. Deléitate asimismo en Jehová  y el te concederá las peticiones de tu corazón" .Si tu te deleitas en Dios cada día,  si te deleitas en las devociones con Dios cada mañana, si te deleitas en Dios  leyendo la Biblia, orando a El, obedeciéndole con corazón alegre, entonces dice  que "El te concederá las peticiones de tu corazón". ¡Deléitate, pues, en Dios! 

¿Con quien me casare? – Luis Palau

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